Es doloroso retomar una relación después de una infidelidad. O varias infidelidades, en algunos casos. Pero ¿es posible saber si la persona que amamos y que estamos dispuestos o dispuestas a perdonar, va a cambiar de actitud? antes de lanzar un hechizo contra la futura infidelidad es necesario saber si nuestra pareja está sinceramente arrepentida del error cometido, de otro modo todos los sortilegios del mundo no tendrán el mínimo efecto.
Entonces, ¿de que sirve el hechizo? sirve para ayudarle en la batalla diaria, la buena intención es pura y fundamental pero de ellas está empedrado el infierno, suelen decir. El hombre (mas que la mujer) puede flaquear ante la perversa tentación así tenga las mejores intenciones, pero esto sucede solo cuando este buen hombre no tiene un váculo firme y solo suyo al cual aferrarse. Y ese váculo eres tú misma. La mujer dificilmente vuelve a ser infiel, porque los sentidos son secundarios a los dictados de su corazón. Y la mujer enamorada solo reclama que la sigan enamorando como el primer día.
Para el hombre infiel podemos recordarte algunos principios básicos: todo llega por los sentidos, que lo deslumbra una niña de buenas curvas, que un plato exquisito lo deja sin habla, que una voz sugerente le hizo perder los papeles… todo entra por los sentidos. Ahora, tu lo sentiste muy tuyo, muy a tu lado y dejaste de entrar a su vida por donde él te abrío las puertas de su vida: por los sentidos. Por lo tanto no dejes la puerta abierta. Lo que debes hacer es comprarte un jabón líquido de aroma neutro, mezclalo con un poco de esencia de rosas y otro tanto de agua de florida, rocía la mezcla con el perfume de tu pareja (solo un poco, para dejar la esencia, de rociar más de la cuenta el aroma revertirá los resultados) y date un buen baño relajante con el jabón mágico. Luego cúbrete con una tohalla nueva y resalta toda tu belleza… la mezcla habrá renovado tu sensualidad y el perfume masculino no se percibe conscientemente, pero al acercarse él notará un poco de si mismo en tu piel, y volverá a tus brazos. Ten por seguro que cuando esté ante la tentación él tendrá la fuerza suficiente para rechazarlo y volver a casa por ti.